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“Ahora más que nunca, JUSTICIA y REPARACIÓN”

Nilda Guerrero, defensora de la AMHBA que integra a 300 mujeres afectadas por la esterilización forzada

Publicado: 2018-05-09
A más de 2500 metros de altitud, desde la cordillera del Cóndor Huamaní, en Huancabamba, Región Piura, Nilda Guerrero clama justicia y reparación. Ella es lideresa y defensora de la Asociación de Mujeres de la Provincia de Huancabamba-AMHBA que agrupa a 300 mujeres afectadas por la esterilización forzada, entre 1996 y 2000, durante el gobierno de Alberto Fujimori. Desde que se unió a la organización no ha cesado en su activismo y su acción de defensa de los derechos humanos de las mujeres que, como ella, fueron violentadas en su autonomía sexual y reproductiva y en su derecho a decidir sobre su propio cuerpo.

Nilda, han pasado más de diez días desde el que el fiscal superior, Luis Landa emitiera la tan esperada orden de denuncia contra Fujimori, sus ex ministros de Salud, Marino Costa Bauer, Eduardo Yong, Alejandro Aguinaga y el exdirector del Programa Nacional de Planificación Familiar, Jorge Parra ¿Qué significa para ustedes esta decisión?
Para la AMHBA es una gran alegría. Nos esperábamos malas noticias porque llevamos casi veinte años esperando que el Estado peruano nos dijera algo. Había mucho silencio y amenazas de quienes querían callarnos. Decían que mentíamos, que éramos unas mañosas, ociosas y que sólo era porque había ONGs que nos estaban manejando. Sólo querían que nos olvidemos de nuestra lucha, que dejáramos a Fujimori en paz y que no denunciáramos. Por eso, para nosotras es muy importante que por fin el fiscal Luis Landa haya sido valiente y no se dejara presionar por el fujimorismo y dijera, con la verdad por delante, que Fujimori y sus ex ministros de Salud son culpables. Todas mis hermanas de la AMBHA estamos animadas y ahora más que nunca exigimos justicia y reparación.
¿Estas amenazas e intentos de acallar la demanda de verdad, justicia y reparación de las afectadas por las esterilizaciones forzadas a las que haces referencia, de dónde provienen?

Son de gente que quiere ver libre a Fujimori y a sus ex ministros de Salud. Son gente que siempre ha estado a favor de que nos esterilizaran a las mujeres indígenas, a las pobres, a las analfabetas, a las que por ser humildes engañaron para dañar nuestros vientres. En Huancabamba, por ejemplo, hay un grupo interesado en invadir el terreno donde la AMHBA tenemos nuestro huerto, donde nos reunimos en asambleas, donde nos organizamos para ver la mejor manera de seguir juntas y con la esperanza de que llegue la justicia y la reparación. Nosotras hemos denunciado ante la fiscalía de Huancabamba este intento de querer debilitar nuestra organización y de meternos miedo a las mujeres. Ya lo hicieron en el 2001, vinieron con palos y machetes a querer dañarnos y lograron invadir la mitad del terreo, y las autoridades no hicieron nada.   

Ahora, otra vez quieren quitarnos todo. Y es porque nosotras, desde la AMHBA, estamos denunciando en todo el país las esterilizaciones forzadas. Tienen rabia de que llevemos a juicio a Fujimori. Por ejemplo, el ex ministro de Salud, Alejandro Aguinaga nos dijo que éramos unas mentirosas, que nos inventábamos, que no fue forzada la esterilización, porque no éramos unas niñas, sino que ya sabíamos lo que nos iban a hacer. Nosotras hemos perdido el miedo a las amenazas, porque no estamos diciendo la verdad, porque está en nuestros cuerpos. Y aunque nos amenacen, a las que estamos en la organización, vamos a continuar reclamamos lo justo.
¿Qué significó para la AMHBA el que Fujimori fuera indultado, en diciembre del año pasado, por el expresidente Pedro Pablo Kuczynski (PPK), cuando fue con él que firmaron ustedes un compromiso para que atendiera a las mujeres esterilizadas?
El fujimorismo ha hecho todo lo que ha querido desde el Congreso, desde allí han intentado gobernar el Perú y no les gustó nada que con el gobierno del señor Kuczynski empezaran los ministerios de la Mujer, de Salud y de Justicia a ver maneras de atendernos a las mujeres afectadas por las esterilizaciones forzadas. Desde el gobierno anterior del señor Humala cuando se nos reconoció como víctimas de esterilización forzada y se abrió un registro para que empezáramos a dar testimonio, no les gustó, porque querían que Fujimori saliera de la cárcel y no lo lograron. Y con el gobierno de PPK sí, porque los que gobiernan lamentablemente no son unos santos y están metidos en corrupción, y los fujimoristas se han aprovechado de esto. Aunque ellos están metidos en corrupción también lo tienen bien "atadito" para que no se vea y así quedan libres dañando a todo el país. El indulto a nosotras nos trajo mucho dolor y nos sentimos engañadas. Lloramos de indignación y aun así no nos desanimamos y continuamos exigiendo que nos haga justicia.
¿Qué acciones realizaron para incidir ante la Fiscalía de la Nación?

Desde 1997 venimos denunciando ante las autoridades y no hemos parado. Hemos realizado reuniones con la fiscala Marcelita Gutiérrez quien no nos quiso escuchar, también nos reunimos con el fiscal Luis Landa y siempre les pedimos que tengan conciencia ante esta violación. En diciembre del año pasado, en Huancabamba la AMHBA y la Asociación Nacional de Mujeres Afectadas por las Esterilizaciones Forzadas, donde tenemos la vicepresidencia, con apoyo de organizaciones como el IAMAMC (Instituto de Apoyo al Movimiento Autónomo de Mujeres Campesinas), el Proyecto QUIPU, DEMUS entro otras, organizamos un encuentro para ver formas de apoyarnos todas las mujeres afectadas. Hicimos llegar un pronunciamiento a la Fiscalía y en los meses siguientes empezamos cada organización a reunirnos con las autoridades. Siempre desde la AMHBA y con el IAMAMC hemos tenido información y comunicación de cómo avanzaba la denuncia en la Fiscalía, gracias al buen trabajo de los abogados del Instituto de Defensa Legal – IDL, quienes han estado defendiendo cinco casos emblemáticos de la AMHBA.    

Estos primeros meses del año, estuvimos con la tarea de comunicar a todas nuestras compañeras de todos los acuerdos para seguir exigiendo justicia y reparación. Así, una comitiva de dirigentas de la AMHBA bajamos también a Lima para reunirnos con el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables para que se inicie un programa de apoyo a proyectos productivos con las mujeres afectadas de Huancabamba. También exigimos por nuestras compañeras del resto del país para que, de alguna manera, aunque no forma parte de la reparación que el Estado nos tiene que dar, al menos nos apoyen para tener ingresos y comprar las medicinas que necesitamos porque la mayoría se han quedado más pobres por culpa de las esterilizaciones forzada.

Ahora que haces mención sobre cómo les ha afectado la esterilización forzada, explícanos sobre la investigación que presentaron a finales del 2016, “La verdad está en nuestros cuerpos. Secuelas de una opresión reproductiva”. Sabemos que hace poco surgió una investigación titulada “La verdad de una mentira: el caso de las trescientas mil esterilizaciones forzadas” que sostiene que no todas las esterilizaciones fueron forzadas y que no fue culpable el gobierno, sino el personal de salud, ¿qué opinión tienes al respecto?

Sabemos que hay mucha gente interesada en hacer que Fujimori no sea enjuiciado por las esterilizaciones forzadas. Nosotras decimos que “la verdad está en nuestros cuerpos” y esa otra investigación dice “la verdad de una mentira”. Ya estamos cansadas de que se hable de nosotras sin saber realmente cómo estamos. Siempre nos hemos preguntado, si las esterilizaciones hubieran sido contra las mujeres adineradas y de la ciudad, tal vez hace tiempo las hubieran escuchado y hubiera habido culpables, pero como nosotras somos indígenas, nadie del Estado nos ha querido escuchar ni apoyar, porque también hay mucho racismo en el Perú. Fue gracias a nuestra hermana y defensora Giulia Tamayo, que ya no se encuentra con nosotras, que se supo que hubo cerca de 300 mil mujeres afectadas y unos 20 mil hombres. Ella investigó de los propios documentos del Ministerio de Salud. Así se supo cuántas fuimos afectadas. Fujimori y sus ex ministros de salud son culpables, ellos pensaron este plan para esterilizarnos con engaños, a la fuerza y creyeron que por ser mujeres humildes no íbamos a decir nada. Es un delito por el que tienen que pagar, porque violaron nuestros derechos humanos.  

La investigación que hicimos “La verdad está en nuestros cuerpos” con apoyo de defensoras fue para que se supiera cómo estamos ahora, y se conozca en la reparación lo que hemos sufrido estos años. Muchas están con infecciones permanentes en sus vientres, con dolor en la espalda, dolor de cabeza, nos sentimos cansadas y apenas si tenemos fuerza. Muchas están muy enfermas y tienen cáncer allí donde fueron ligadas. Con tristeza veo que ya están por morir y nadie hace nada. Algunas se han quitado la vida porque ya no aguantan tanta pena, otras sufren violencia de sus maridos porque no las comprenden y piensan que les engañan cuando no quieren estar con ellos porque les duele. Otras han tenido que salir de sus caseríos porque la comunidad dice que son unas mañosas porque son mujeres que ya no servimos para nada. Así estamos, y la verdad está en nuestros cuerpos.
Y sobre el personal de salud ¿qué opinión tiene la AMHBA?
El personal de salud es culpable sí, por callar, por dejarse presionar, por decir que tenía miedo en esos años mientras veían que nos ligaban como si fuéramos peor que animales. Hay enfermeras, médicos, psicólogas y trabajadoras sociales que estuvieron en esos años en hospitales de la sierra y en postas médicas de nuestras comunidades, que se quedaron calladitos, que no dijeron nada que, al contrario, con engaños hicieron que nos esterilizaran. Muchas de estas gentes viven en el extranjero, se fueron del país por temor a ser denunciadas. Ahora algunas de estas gentes hablan y dicen que nos apoyan, para limpiar sus conciencias, pero es de boca para afuera. Dicen que no dijeron nada por miedo, ¿y no les remordió su conciencia cuando vieron cómo nos esterilizaban a la fuerza? Miedo no se tiene cuando se trata de denunciar una violación de derechos humanos como lo hicieron algunos médicos que fueron valientes y denunciaron junto a Giulia Tamayo y a nuestras hermanas del IAMAMC en 1997, durante el gobierno de Fujimori, a pesar de las amenazas.
¿Qué camino queda ahora?

Exigir para que la justicia peruana no se ponga ni a favor de Fujimori, ni de sus ex ministros y ni del director del programa que dañó nuestros cuerpos. Aquí ellos son culpables de este delito contra nuestros derechos humanos. Ellos quisieron que no naciera más población indígena, por eso se ensañaron con nuestros cuerpos, por eso nos engañaron y nos forzaron. El delito se tiene que pagar y las mujeres afectadas tenemos que ser reparadas. Nosotras rendidas no estamos, seguimos juntas y organizadas, la AMHBA con nuestras hermanas defensoras del IAMAMC. Pedimos la solidaridad internacional para que nos apoyen a exigir justicia y se reconozca la reparación.

Foto Iamamc - mujeres de la amhBa reunidas en huancabamba


Escrito por

Sara Cuentas Ramírez

Periodista, investigadora social y feminista descolonial


Publicado en

Descolonizar

Muñay, yachay, ñoqanchis, kawsay